Ser madre es un trabajo de tiempo completo, especialmente cuando acabas de dar a luz y el bebé requiere más de tus cuidados. El ejercicio puede parecer un imposible pero recopilamos unas sencillas ideas que te permitirán ponerte en forma sin excusas.
1. Caminar o correr
Caminar o correr siempre da buenos resultados y solo necesitas un par de tenis y una carriola con ruedas resistentes para que tu bebé no sienta los altos y bajos del terreno.
Primero asegúrate que tu bebé esté bien sujetado y cubierto, para que no lo golpee mucho el viento y el sol. Y elegir la hora correcta es primordial, procura elegir una hora en la que no haga mucho calor ni mucho frío.
2. Abdominales
Son ideales porque no requieren de espacio y puedes hacerlos en casa mientras tu bebé duerme. Si está despierto puedes colocarlo sobre una frazada cerca de ti mientras te ejercitas o también hacer que participe.
Puedes acostarte boca arriba, flexiona las piernas y pon sobre ellas a tu pequeña. En esa posición estira y flexiona tus piernas, mientras tu bebé se divierte.” Pero hazlo despacio y sostenla muy bien para evitar que se caiga.
3. Zancadas
Toma al bebé con fuerza y coloca una pierna delante de otra haciendo zancadas. Si también quieres fortalecer tus brazos, estíralos cada vez que flexiones las piernas.
Así en lugar de usar una mancuerna, ahora podrás ejercitarte con tu bebé y jugar un poco.
4. Flexiones con besos
Coloca a tu bebé boca arriba sobre una alfombra o una tela acolchonada para después ponerte sobre él, con las palmas de las manos en el suelo.
Tratando de mantener tu cuerpo recto, comienza con las flexiones y alcánzalo hasta darle un besito a tu bebé.
A tu bebé le encantará y tú podrás ir despidiéndote de esos kilos de más.