La llegada de un hijo trae muchos cambios físicos y emocionales a la pareja. El terapista matrimonial John Gottman dice que tras la llegada del primer hijo la satisfacción marital decrece 70%. Este suceso es uno de los eventos más gratificantes y a la vez más estresantes de la vida en común.
El cansancio, la rutina y la falta de atención para uno mismo y para la pareja puede ocasionar irritabilidad y resentimiento. En el día a día de la paternidad no hay espacio para el egoísmo, pero mucho padres cometen el error de convencerse que dar todo de ellos a los hijos los hace mejores y más dedicados.
En realidad, para ser padres mental y físicamente sanos y darles a los hijos un ambiente de paz, tenemos que empezar por nosotros. La pareja no es excepción. De poco le servirá a tus hijos que les dediques todo tu tiempo si eso significa que sus padres tienen que distanciarse para ello.
Entre pañales, vómitos, llanto y cansancio, hasta los padres más dispuestos a recuperar la chispa con sus parejas no saben ni por dónde empezar.
Y para eso estamos nosotras. Abajo cinco ejercicios que puedes hacer y que al principio se verán hasta forzados pero que marcan la diferencia (confía).
Cómo mantener una relación de pareja sólida:
- Mentalízate de que el caos es temporal. Establecer una rutina constante facilita el manejo del tiempo y el proceso de adaptación. A veces nos agobiamos pensando que la situación actual de cansancio es permanente y no es así.
- Quéjate y desahógate. Los súper héroes son para los comics. Pretender ser perfecto cuando por dentro necesitas un abrazo o estás cansado o cansada no es saludable o realista. Lo creas o no, también puedes conectar compartiendo y comparando cansancios.
- Tómate una noche a la semana para estar a solas con tu pareja. Muchos papás son reacios a ello porque se sienten culpables dejando al bebé, pero tu bebé quiere a sus padres unidos y conectados.
- Mímense mutuamente. Antes de tener hijos, solemos enfocar nuestros mimos a la pareja y cuando los tenemos cometemos el error de concentrarlos en el bebé. Guarda unos mimos para tu otra mitad que también necesita amor.
- Agradece cuando puedas todo lo que tu pareja hace por ti y tu familia. No hay actitud más sana que la de la gratitud.
Hay otro tipo de ejercicios que puedes hacer para reconectar pero esos no te los vamos a explicar porque si ya tienen hijos saben perfectamente cómo se hacen… ¡A reconectar todo el mundo!